Tras un periodo de tiempo sin publicar nada, volvemos con la crónica que amablemente nos ha regalado una nueva colaboradora y miembro del elenco de partícipes que formamos Patrimonio Bajo Guadalfeo.
Se trata de Sara Flores Aneas, una joven periodista salobreñera poseedora de ese estilo acerado, directo, culto y mordaz que tanto nos encanta, la cual nos relata cómo se desarrolló la presentación de la nueva publicación "Salobreña. De sus orígenes a la Edad Media".
Una interesantísima obra donde se conjugan Divulgación y Rigor Científico, redactada por diversos miembros de Patrimonio Bajo Guadalfeo y editada por el Ayuntamiento de Salobreña. En ella, a partir de una selección de piezas arqueológicas expuestas en el Museo Municipal, se realiza una revisión bibliográfica, científica y teórica de la evolución histórica, arqueológica, paisajística y ambiental de nuestra región, aportando datos y teorías novedosas e inéditas hasta la fecha.
Sara es licenciada en Periodismo por la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga y podéis seguirle la pista a sus trabajos de actualidad y opinión en Motril Digital, donde viene colaborando con ese estilo tan suyo del que os hablábamos.
Gracias Sara, y bienvenida a la tribu. Esperamos que esta sea la primera de muchas colaboraciones.
A quién no le han preguntado alguna vez aquello
de "¿y tú, de quién eres?" Ante la cuestión, la respuesta suele ser un lacónico "pues
no sabría explicarle" o "de
fulanico y de menganica", sin ir mucho más allá del dios que nos hizo, o de
la madre que nos trajo.
Pero somos mucho más, somos esa diversidad de
pueblos y civilizaciones, de culturas y tradiciones sepultadas bajo el suelo
que pisamos. Esto se manifiesta a través de cada arqueólogo e historiador, de
cada una de las disciplinas que contribuyen a recuperar esa parte inhumada de
nuestro pasado, de sus hallazgos e investigaciones, tal y como ocurrió hace
unos días con la presentación del libro "Salobreña de sus orígenes a la Edad
Media". Este encuentro era un momento esperado que cumplió, de largo, con
las expectativas generadas.
Carlos Sarompas Cazorla (diplomado en Formación
del Profesorado por la Universidad de Granada y licenciado en Geografía e
Historia por la UNED), José Mª García-Consuegra Flores (licenciado en Historia
por la Universitat de Girona y arqueólogo profesional), Manuel Márquez Cruz
(doctor en Filología Clásica -especialidad en Filología Latina-por la
Universidad Complutense de Madrid) y Federico Martínez Rodríguez (licenciado en
Geografía e Historia por la Universidad de Sevilla y ex-arqueólogo), todos
ellos convertidos en celestinos por esa noche, intermediarios de un nuevo
acercamiento entre el pueblo y su historia.
El Técnico de Patrimonio del Ayto. de Salobreña, Domingo Armada, toma la palabra durante el Acto de Presentación, auspiciada por la Alcaldesa María Eugenia Rufino Morales y protagonizada por tres de los autores de la publicación (de izquierda a derecha Carlos E. Sarompas Cazorla, Federico Martínez Rodríguez y José María García-Consuegra Flores. Manuel Márquez Cruz no pudo asistir al Acto finalmente).
Hasta el momento habíamos sido simples voyeurs,
espectadores que disfrutaban en mayor o menor medida del entorno geográfico,
arquitectónico o de las investigaciones históricas hasta ahora conocidas.
Fisgones de esa parte de nuestra historia más exhibida (las piezas de la
exposición arqueológica municipal, por ejemplo). Exhibición deslucida en gran
medida, todo sea dicho, por el desconocimiento de la misma por parte de
inexpertos en la materia, el mío el primero.
Como punto de partida, la selección de algunas
piezas arqueológicas expuestas en el conocido como Museo Municipal. A partir de
ahí a estos autores no les quedaba más que "meter el cuello", y a juzgar
por su profesionalidad y compromiso, entusiasmados por ello. Una vez recopiladas
las diversas y diseminadas fuentes historiográficas (bibliográficas, teóricas y
científicas) de la transformación ambiental e histórico-arqueológica del Bajo
Guadalfeo, procedieron a su revisión. Como resultado, la satisfacción por la
obtención de información inédita concerniente a yacimientos, hallazgos e incluso
materiales, dando lugar a nuevos cauces interpretativos.
La descripción de las piezas seleccionadas, su
cronología, funcionalidad, lugar de procedencia, su contexto
histórico-arqueológico o el material con el que se fabricaron, acompañan cada
uno de los capítulos compilados, lo que sin duda repercute en una mayor
implicación del lector, no sólo durante su lectura sino también en su día a día,
al generar en él un mayor compromiso con este legado y, por ende, con su
preservación.
Con el asequible acceso a toda esta información
podemos dejar de ser esos voyeurs agazapados para transformarnos en fervientes
amantes de nuestra Historia. Una Historia a la que ya no miramos de reojo, porque con esta publicación habremos aprendido a mirarla de frente.
Abrir este libro es abrir un portal espacio-temporal,
con él es posible imaginar las formas de vida del poblado neolítico asentado en
el Tajo de los Vados. Imbuirnos de la cohabitación entre los indígenas y los
colonizadores fenicios, que optaron por la vecina Sexi frente al promontorio de
la antigua Selambina para asentarse, de sus relaciones comerciales o sus
salazones. Apreciar el alfar de los Matagallares (uno de los mejor documentados de toda la Bética) u observar la belleza no mermada por el tiempo
de un ungüentario de vidrio de época romana hallado en el Peñón de la Villa. Si
les va más el medievo, siempre pueden callejear por la Salawbinya nazarí, o bien
curiosear el número de vecinos que habitaban en Pataura, Alhulia o Benardila,
algunas de las alquerías que conformaban su territorio.
Con esta publicación, la pregunta “¿y tú de quién eres?” ya puede ser
respondida a conciencia, dando rienda suelta a este libro, y con él, a la Historia que nos parió.
Sara Flores Aneas.
Periodista.
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